Tras De La Rúa, Milei recibe el tercer paro general más rápido desde 1983

Ciudad de Buenos Aires, 8 de abril de 2025.– Con el paro general convocado para este jueves 10 de abril, serán 45 los paros llevados a cabo desde el retorno de la democracia en 1983 en nuestro país. En ese sentido, el Observatorio de la Calidad Institucional (OCI) de la Universidad Austral, dirigido por el profesor Marcelo Bermolén, elaboró un informe sobre la convocatoria y realización del tercer paro general dispuesto por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra el gobierno del presidente Javier Milei. El estudio contextualiza esta medida de fuerza dentro de la secuencia histórica de paros generales ocurridos desde el retorno a la democracia en Argentina.
Principales hallazgos del informe
Entre los récords de Milei, el de este jueves 10 será el tercer paro más rápido para un presidente desde 1983: luego de Fernando De La Rúa, Milei se constituye en el presidente que sufrirá el tercer paro más rápido en democracia, a los 487 días de iniciada su administración. De La Rúa tuvo el tercer paro a los 182 días, y Alfonsín a los 628 días de gestión. “Los tres mandatarios no peronistas son los únicos que recibieron un tercer paro general en el transcurso de su segundo año de gobierno”, específica Bermolén.
El informe incorpora, además, un nuevo indicador denominado “paros generales por mes calendario, desde el retorno de la democracia”, que revela a abril como el mes récord de paros, con seis medidas de fuerza realizadas a seis presidentes electivos diferentes (Alfonsín, Menem, Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Mauricio Macri y Javier Milei). También los meses de mayo y septiembre cuentan con seis medidas de fuerza cada uno, pero abril resulta el mes más ecuánime, en tanto las medidas de fuerza a más cantidad de mandatarios y son a tres presidentes peronistas y a tres no peronistas.
Otra particularidad que muestra el informe es el intervalo de tolerancia sindical, ya que paradójicamente, Milei obtiene el mayor intervalo de tolerancia sindical entre un segundo y tercer paro (334 días), en comparación con De la Rúa (35 días), Alfonsín (98 días), Cristina Fernández de Kirchner (140 días), Macri (189 días) y Menem (262 días).
Por otra parte, entre las principales conclusiones se remarca la mayor beligerancia sindical hacia gobiernos no peronistas, una tendencia que también fue observado en ediciones previas de este informe. De los 45 paros realizados en 41 años de democracia, 29 se concentraron en cuatro presidentes no peronistas (Alfonsín, De la Rúa, Macri y Milei) en apenas 13 años de gobierno, mientras que 16 paros se dirigieron a cinco presidentes de origen peronista en 28 años de gestión. En términos porcentuales, el 64,5% de los paros fueron contra gobiernos no peronistas y el 35,5% contra gestiones peronistas.
«Con esta medida, la CGT ratifica el comportamiento del sindicalismo argentino de mostrar una mayor beligerancia contra las administraciones no peronistas, mientras exhibe tolerancia -y en algunos casos complicidad- con los gobiernos de ese color político», explica Bermolén.
En esa línea, el estudio examina el promedio de paros por gestión. Los gobiernos no peronistas (cuatro mandatos con uno en desarrollo) soportan un promedio de 7,25 paros por gestión, en comparación con los 2,29 paros por gestión para los gobiernos peronistas (siete mandatos). En cuanto a la cantidad de paros por año de gobierno el informe especifica que los gobiernos no peronistas experimentaron un promedio de 2,23 paros por año (durante 13 años), mientras que los gobiernos peronistas registraron 0,57 paros por año (durante 28 años). Esto significa que, en promedio, el sindicalismo realizó un paro cada dos años a presidentes peronistas, y más de cuatro paros cada dos años a presidentes de signo opuesto.
Finalmente, el informe sugiere la continuidad de un patrón histórico: “La convocatoria a este paro ratifica un comportamiento histórico del sindicalismo argentino de mostrar mayor beligerancia contra administraciones no peronistas. Los datos duros preanuncian una mayor beligerancia sindical hacia un presidente no peronista con propuestas reformistas, ante una CGT resistente a los cambios o adecuaciones normativas”, dice Bermolén en su análisis.
Sobre el contexto en que se realiza esta nueva medida de fuerza, el académico indica: «La medida sucede en un clima de alerta social, dudas sobre la consistencia del plan económico, y tras varios traspiés políticos de la administración de Javier Milei que se fueron concatenando en una peligrosa secuencia. El escándalo del “$Libragate”, los avances sobre la institucionalidad, el nombramiento de jueces en comisión para la CSJN, el rechazo por parte del Senado de los pliegos de esos mismos jueces, el DNU auto concediéndose facultades -a expensas del Congreso- para firmar un nuevo acuerdo con el FMI, entre otros, generaron el contexto adecuado para envalentonar el oportunismo sindical».
“Tampoco escapa al análisis que el despertar sindical acontece en medio de un año electoral, donde se definirá la consolidación del modelo mileísta o el renacer opositor, con vistas al 2027″, concluye.
