Retoman las obras de la ampliación de la cárcel de Marcos Paz para trasladar el penal histórico de Villa Devoto
El reinicio de las obras de ampliación de la cárcel de Marcos Paz tomó forma en las últimas horas luego de que el Gobierno Porteño llamara a licitación los trabajos. La idea es llevar allí a los detenidos de la cárcel de Devoto para poder cerrarla, como se reclama desde hace años. Además, serviría para solucionar un tema más sensible: desagotar las comisarías porteñas, siempre atestadas de presos.
El proyecto para mudar la cárcel de Devoto data de 2018, cuando el entonces presidente Mauricio Macri formalizó la construcción de una nueva unidad penitenciaria en Marcos Paz. Sin embargo, las obras avanzaron lentamente debido a los desencuentros entre la Nación y la Ciudad.
En mayo pasado, en lo que fue un gesto de distensión política, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, presentaron un plan conjunto para descomprimir las comisarías de Capital Federal, avanzando así en el histórico proyecto de trasladar la cárcel de Devoto al Complejo Penitenciario Federal II, en Acceso Zabala, Circunvalación 3, Parcela 191, de esa localidad del oeste del GBA.
Hasta ahora aquella concordancia no había avanzado, pero el llamado a licitación parece haber destrabado las cosas.
El llamado a licitación N° 45 del Ministerio de Infraestructura fue publicado esta semana en el Boletín Oficial y plantea que la apertura de los sobres con las ofertas será el 8 de noviembre, según informó el diario Clarín. La idea es arrancar la obra en enero y terminarla en diciembre del año que viene, impulsada por una inversión de la Ciudad que rondaría los US$ 70.000.000.
Se trata de un terreno de 120 hectáreas donde levantarían cuatro módulos. En total, alojaría a 2.240 presos (hoy en Devoto hay 1.800 reclusos). El establecimiento fue habilitado en 1999 y responde a la concepción de complejo, con un sector administrativo central, cinco módulos de alojamiento independientes que poseen celdas individuales, salón de usos múltiples, área de deportes, aulas de estudio, biblioteca y naves para talleres industriales de aprendizaje de oficios.
En este contexto, la Ciudad financiará lo que reste terminar, mientras que la Nación se ocupará del predio del barrio porteño y cederá esos terrenos al Gobierno de Jorge Macri.
En el medio, apareció Javier Milei, quien anunció en marzo su plan para vender los terrenos de la cárcel capitalina, una iniciativa largamente esperada por los vecinos del barrio, quienes reclaman desde hace años el traslado del penal por la inseguridad y degradación que genera. «Las cárceles no deben estar en el corazón de las ciudades. Debemos vender estos terrenos ociosos y construir cárceles privadas en las afueras», dijo entonces el presidente.
Si bien las obras en Marcos Paz están avanzadas y se han cumplido un 70% de los objetivos de edificación, la promesa de erradicar el penal de Devoto de la ciudad Buenos Aires atravesó varias gestiones: en 2011, Cristina Fernández de Kirchner, en la Presidencia, y Mauricio Macri, en la Jefatura de Gobierno porteña, avanzaron con la idea de cerrar el complejo en Devoto y trasladarlo a la localidad de Agote, partido de Mercedes, a 120 km de la ciudad, y todo indica que el comprensible deseo de los vecinos de Devoto de no convivir a diario con una cárcel muy compleja que suele traer motivos de inseguridad, será postergado un año más hasta que los políticos logren, aunque sea por una vez, sentarse a una mesa de negociaciones para resolverles los problemas a los ciudadanos.