Javier, separado del Correo Argentino: «Se me vino el mundo abajo»
«Me llega un telegrama al correo, justamente el viernes pasado. Uno de mis compañeros me dijo, es para vos. ¿Para mí? Sí, es por un despido. Me estás cargando, me están jodiendo, pensé». Así de duro fue el momento en que Javier Sotarello (54) se enteró que por una reestructuración de la empresa Correo Argentino, en vías de privatizarse, ya no pertenecía más a la empresa. «Trabajo desde los 15 años acá, toda una vida. Actualmente era el jefe y seguramente que por edad y por trayectoria (años de antigüedad) mi sueldo para ellos era caro. Se me vino el mundo abajo, fue todo un caos. Fui a pedir explicaciones a La Plata, al gremio, pero no pueden hacer nada».
Ante esta injusticia, este vecino muy querido por la gente de Marcos Paz, recibió un cálido saludo en la puerta del Correo Argentino (Belgrano y Pellegrini) de la comunidad. En una asamblea abierta, donde se leyó el repudio del Honorable Concejo Deliberante de Marcos Paz y donde se lo vio muy emocionado a Javier, quien dijo que lo «unico que quiero es trabajar, hasta mi hijo ha colaborado conmigo en tareas acá». En diálogo con Hora de Informarse, Javier rechazó de plano la idea de conformarse con una indemnización: «No es lo que quiero, quiero que me reincorporen y volver a mi trabajo», enfatizó.
«En la época de Macri nos ofrecieron qué queríamos hacer: algunos optaron por el retiro voluntario, otros decidimos quedarnos. No vamos a bloquear el correo, mis compañeros se solidarizaron conmigo, la situación es tensa, les pedí a ellos que no actúen, ellos tienen también familia y si hacen algo indebido su puesto de trabajo también correrá peligro», finalizó Javier en diálogo con este medio. Unas 60 personas y vecinos muy influyentes de Marcos Paz lo apoyaron. Entre ellos, María Isabel Domínguez, esposa del intendente Ricardo Curutchet.
Mariano Plaza